450 x 480 cm.
La obra que nos ocupa hoy es una sacra conversazione y está ubicada sobre el altar de la Capilla Mayor de la basílica de San Zenón, en Verona, lugar de obligada visita. Se trata del primer retablo plenamente renacentista que se pintó en la Italia septentrional. Fue encargado por el patriarca veneciano Gregorio Correr, abad de San Zeno durante aquellos años. Su ubicación original fue cuidadosamente elegida, y su iluminación estudiada en profundidad, ya que provenía de una ventana realizada por petición expresa del pintor a tal efecto.
Está divido en tres calles por un marco de madera, que es el original, y que con casi seguridad fue también diseñado por el mismo Mantegna. Realmente, imita una estructura arquitectónica clásico, por lo que más que dividir el retablo, lo enmarca, ya que en realidad, hay que contemplarlo como una única pintura.
A la izquierda, tenemos a San Pedro en primer plano, mirando a los ojos al espectador, y a continuación figuran San Pablo (conversando con el anterior), San Juan y San Zenón.
19,52 x 13,17 cm.
En el centro, una representación de la Virgen y el niño siguiendo la tradición bizantina, rodeada de ángeles músicos y cantores.
A la derecha, San Benito (al fondo), San Lorenzo (con su parrilla), San Greogorio Magno y, en primer plano, San Juan Bautista.
La predela tiene una historia diferente. El retablo completo fue desmembrado y expoliado por los franceses en 1797. Las tres piezas superiores fueron recuperadas en 1815, pero las tres partes inferiores permanecieron en Francia. Las que se exponen actualmente en la basílica son copias realizadas en esa época.
76 x 96 cm.
La parte central, La Crociffisione, es una auténtica preciosidad. Se trata de una reconstrucción rigurosamente representada del calvario. Los trajes y armaduras de los soldados romanos están perfectamente caracterizados y ejecutados con absoluta precisión. Para la escena, Mantegna muestra un absoluto dominio de la perspectiva. El Gólgota es siniestro: no hay que perderse los hoyos del suelo, para ubicar las cruces, o la empalizada que lleva a la ciudad. El bien está agrupado a la derecha de la cruz, y el mal al otro lado. Dos personajes ocupan la primera fila, como si se hubiesen retratado accidentalmente para dar mayor verosimilitud a la escena.
En el lado izquierdo tenemos L’Orazione nell’orto. Mantegna volverá a este tema en el futuro (cosa que dejamos para otro día). Cristo está rezando a un ángel que surge de una nube (obsérvese con detalle) mientras que San Pedro, Santiago y San Juan duermen en el suelo. Por el camino viene Judas con un grupo de soldados para arrestar a Cristo. Al fondo, Jerusalen está representada como ciudad ideal. Hay cantidad de detalles menores que muestran influencias flamencas en esta pintura (la cascada, la liebre, la fruta)
71 x 94 cm.
Por último, en la parte de la derecha tenemos L’Resurrezione di Cristo. Hay que fijarse de nuevo en la vestimenta de los soldados, bastante precisa. También hay que hacerlo en la expresión que tienen, teniendo en cuenta que la escena les ha pillado en mitad de un profundo sueño. Ojo a la representación de los querubines.