Forêt et colombe (El bosque y la paloma)

Max Ernst, 1927. Tate Modern (London)
Óleo sobre lienzo
100,3 x 81,3 cm.

El artista alemán había desarrollado su propio método para realizar pintura automática: el grattage. La técnica consistía en transferir la huella creada por un superficie con textura (por ejemplo una espina de pescado, una corteza de árbol), colocada debajo de la tela o el papel donde iba a realizar la obra. La frotaba con un lápiz o una cera y empezaba a escudriñar el resultado, de forma que su mente comenzase a reconocer «cosas». Ernst no decidía lo que iba a pintar hasta que no había visualizado las imágenes producidas con este método. En este caso, lo que obtuvo fue un bosque, en cuyo interior se encuentra una paloma enjaulada.

Leonardo da Vinci, en los preceptos de su Tratado de pintura, ya indicaba que métodos similares eran fuentes de inspiración:

XVI. Modo de avivar el ingenio para inventar

Quiero insertar entre los preceptos que voy dando una nueva invencion de especulacion, que aunque parezca de poco momento, y casi digna de risa, no por eso dexa de ser muy útil para avivar el ingenio á la invencion fecunda y es, que quando veas alguna pared manchada en muchas partes, ó algunas piedras jaspeadas, podrás mirándolas con cuidado y atencion advertir la invencion y semejanza de algunos paises, batallas, actitudes prontas de figuras, fisonomías extrañas, ropas particulares y otras infinitas cosas; porque de semejantes confusiones es de donde el ingenio saca nuevas invenciones.

Podéis comprobar esto en cualquier parte. Probad, probad. Escoged primero un tema. Buscad figuras de contenido erótico entre las vetas de los azulejos de vuestro baño: las encontraréis. Buscad figuras de un cuento infantil: también lo haréis. Nuestra mente esta preparada para realizar esa adaptación.


Композиция IV (Composición IV)


Óleo y tempera sobre lienzo


159’5 x 250’5 cm.

Para Kandinsky, las Composiciones eran la categoría suprema de pintura, fusión de concepción racional, imaginación e intuición. En ellas, el color se libera definitivamente de la representación de los objetos y aflora libremente en un espacio sin perspectiva y las líneas adquieren independencia como vestigios de la representación figurativa. 

Los temas de las composiciones son bastante apocalípticos. Composición VI trata del Diluvio Universal y Composición VII del Juicio Final. Comprensible, dado el ambiente prebélico que reinaba en Europa en aquellos años (las siete primera Composiciones se realizaron entre 1909 y 1913). 

De las diez Composiciones que realizó Kandinsky, las tres primeras fueron destruidas durante la II Guerra Mundial, así que esta es la primera de la serie que se puede contemplar hoy en día.

Composición IV no es un cuadro abstracto, sino que contiene multitud de elementos figurativos, cosa que se puede comprobar, ya que éstos se hayan bien documentados en los bocetos y trabajos preparatorios que de esta obra realizó el pintor moscovita.

Uno de ellos fue Cossacks, donde algunos de estos elementos se pueden apreciar con algo menos de abstracción:


Wassily Kandinsky, 1911. Tate Modern (London)

Óleo sobre lienzo

94’6 x 130 cm.


En Composición IV se muestran dos montañas, una azul en el centro, unida por un arco iris a la forma de su izquierda, y una segunda, amarilla, a la derecha. Un vistazo a Cossacks debería confirmarnos que sobre la montaña azul se haya una fortaleza. Comparando ambas obras, se puede observar como hasta la barba blanca y la espada del cosaco de la izquierda se pueden visualizar todavía en Composición IV. Incluso, con un poco de imaginación (y esto es de mi cosecha particular), a uno tercero que ha disparado sus cañones contra la fortaleza. ¿Se ven ahora sobre los dos barcos a dos cosacos montados a caballo y peleando entre ellos? En Composición IV cuesta mucho trabajo reconocerlos a simple vista; en Cossacksaunque en un visto inicial no parece así, está bastante claro. ¿Veis claramente ahora a dos amantes, abrazándose, en la parte derecha de Composición IV? Increíble, ¿verdad?. Todavía no he llegado a discernir si sobre la montaña amarilla hay dos torres o son dos figuras observando a los amantes. En cualquier caso, una vez identificados estos elementos, es bastante difícil volver a ver la obra y seguir considerándola abstracta. Curiosamente, no tengo claro que el arco iris, el elemento que se ve primero con casi toda seguridad, sea un arco iris, sino que creo que más bien es un conjunto de trayectorias de proyectiles que golpean la costa. 


Un diseño preliminar de Composición IV:



Wassily Kandinsky, 1911.  Centre Georges-Pompidou (Paris)

Mina de grafito y tinta china sobre papel

24’9 x 30’5 cm.

Un estudio  bastante próximo al resultado final, donde se distingue claramente a los amantes:



Wassily Kandinsky, 1911.  Centre Georges-Pompidou (Paris)

Mina de grafito, carbón y acuarela sobre papel cuadriculado

24’9 x 30’5 cm.

Así, debe quedar claro para el espectador que Composición IV narra  una batalla o habla de los efectos de la guerra. La obra está dividida en dos por las grandes lanzas negras de los cosacos. A la izquierda de ellas, todas las líneas son afiladas y muchas de ellas se enredan unas con otras: violencia. A la derecha, la calma: grandes formas y colores. Según algunos entendidos, si se conoce la filosofía de Kandinsky, el significado final es que tras la batalla apocalíptica acabará en la paz eterna. Yo, mas modesto, no he conseguido entender nada de eso, sino que creo que el pintor representa simplemente los efectos de la guerra, que se van sucediendo de forma que donde antes había paz no queda mas que violencia. 

La verdad es que este significado último es lo de menos. Lo interesante de Composición IV es que ilustra perfectamente como es la pintura de Kandinsky: lo primero que el espectador percibe es una mezcla de líneas, figuras y colores que provocan un primer impacto emocional, antes de cualquier otra consideración. A continuación entra a funcionar un segundo nivel, donde se intentan encontrar símbolos que nos sirvan para descodificar el contenido de la obra. Por último, hay que tratar de encontrar un sentido a todo el conjunto, cosa que puede ser mas o menos fácil en función del contexto en el que se encuentre el espectador. Este proceso es el que hace de las Composiciones unas obras auténticamente especiales.

La proporción entre abstracción y figuración en la obra de Kandinsky se invertirá definitivamente en 1913, con la obra Composición VII, (ya publicada en Arte a las ocho), dando lugar a obras que exigirán que su análisis sólo se pueda realizar en función de lo que ellas mismas determinen (aunque contengan pistas figurativas).

Bueno, yo creo que hoy me lo he currado. No os creáis que esto siempre va a ser así. Para el número de votos y comentarios que estoy recibiendo, no me compensa escribir artículos de tanto detalle. Ya sabéis lo que tenéis que hacer si queréis que haya más como este…