Óleo sobre tabla
92 x 73 cm.
La veintena de pinturas de Soutine que hay en la Orangerie forman un conjunto fascinante. Una atmósfera irreal envuelve todo el conjunto: retorcidos paisajes retratos, rodeados de pollos desplumados, faisanes, liebres y este buey abierto en canal llaman nuestra atención.
(Publicada en Arte a las ocho por primera vez el 11/04/13)
Más tarde, aprendí que el artista bielorruso realizó una serie completa de pinturas inspiradas en el mismo tema. Su objetivo era plasmar los colores que salían de las entrañas del animal. Para ello conservó el modelo durante varios días, lo que provocó que los vecinos se molestasen debido al hedor que desprendía la pieza. El servicio sanitario tuvo que intervenir, utilizando formol para impedir que la carne continuase su proceso de descomposición. Dado que en esas condiciones la carne pierde su coloración, Soutine se vio obligado a sumergir diariamente la pieza en sangre fresca, que compraba en el matadero.
Chaïm Soutine, 1925. Musée de Grenoble
Óleo sobre tabla
202 x 114 cm.
Chaïm Soutine, 1925. Minneapolis Institute of Art
Óleo sobre tabla
116,21 x 80,65 cm.
Chaïm Soutine, c. 1925. Albright-Knox Art Gallery (Buffalo)
Óleo sobre lienzo
157 x 123 cm.
Chaïm Soutine, 1925. Stedelijk Museum (Amsterdam)
Óleo sobre lienzo
166 x 115 cm.
Le bouef écorché (El buey desollado) es un tema iniciado por Rembrandt. En un próximo artículo, comentaremos esta obra del holandés y su influencia en Soutine y otros pintores posteriores.