No se puede concebir la pintura portuguesa del Renacimiento sin hacer una referencia a su representante más emblemático, Vasco Fernandes, más conocido como Grão Vasco. Para ver el grueso de su obra no hay que recorrer muchos sitios: un buen punto de partida es el museo que lleva su nombre en la capital de la Beira Alta: Viseu. En él se encuentran los retablos que realizó para la Sé, conjunto que se encuentra entre su obras mas importantes.
Grão Vasco, h. 1529. Museu Nacional Grão Vasco (Viseu)
Óleo sobre tabla
213 x 231,3 cm. (panel central)
46,8 x 67 cm. (cada panel de la predela)
En mi opinión, este panel de São Pedro (San Pedro) destaca sobre el resto de sus obras. Representado casi con aires reales, la majestuosa figura destaca sobre el fondo, donde se representan dos momentos de su vida en Galilea. Ubicado en su trono, realizado al estilo italiano de la época, casi se puede sentir el peso de su manto, decorado con hilo de oro, con sus pliegues extendiéndose sobre el mosaico del suelo.
Realizada para la Capilla del apóstol de la Sé de Viseu, este retablo se puede admirar en el antiguo palacio que está situado justo en el edificio de al lado, actual museo de esta ciudad (al que el pintor le ha prestado su nombre), donde también se encuentran, entre otras de sus obras, otros cuatro retablos realizados para este templo, conjunto que vamos a comentar muy brevemente. Obsérvese el Calvário, realizado para otra de las capillas de la catedral.
Grão Vasco, h. 1529. Museu Nacional Grão Vasco (Viseu)
Óleo sobre tabla
142,3 x 239,3 cm. (panel central)
50 x 71 cm. (cada panel de la predela)
Cuando uno se ubica delante de esta pintura, resulta casi imposible no introducirse en la escena. Fijaos en del detalle de como la cabeza de Gestas, el mal ladrón, se retuerce en la cruz para indicarnos que Judas se ha suicidado. Para mí, ya sólo este retablo, junto con el de San Pedro, justifican la visita al museu.
El tercer panel, realizado para la capilla del Espíritu Santo, es un Pentecostes. No es la única obra con este tema que realizará, como el que realizará algunos años más tarde para el monasterio de Santa Cruz, en Coimbra.
Grão Vasco, h. 1529. Museu Nacional Grão Vasco (Viseu)
Óleo sobre tabla
237,5 x 216 cm.
Esta pintura destila, como el resto, un tremendo ambiente de espiritualidad, aunque puede que en este se acentúe más, si cabe. La representación de la nave abovedada de la Sé contribuye, sin duda, a reforzar esa sensación.
La capilla de São João Baptista fue el lugar elegido para mostrar este Baptismo de Cristo:
Grão Vasco, h. 1529. Museu Nacional Grão Vasco (Viseu)
Óleo sobre tabla
211,5 x 231,5 cm.
El conjunto lo completa este São Sebastião, el mayor tamaño de los cinco:
Grão Vasco, h. 1529. Museu Nacional Grão Vasco (Viseu)
Óleo sobre tabla
220,5 x 237 cm. (sólo este panel central)
Sus valiosos ropajes, tirados en el suelo, están revueltos con sus armas. El hombre que le ata no parece apretar demasiado los nudos.
Los retablos pasaron de las capillas a la sacristía de la catedral en el siglo XVIII, donde permanecieron hasta que fueron trasladados al museo en Septiembre de 1918.