El humor inglés es una de las cosas por las que la humanidad merece ser tenida en consideración. Sus orígenes son literarios, evidentemente, y se pueden rastrear en Chaucer y las comedias de Shakespeare, pero cuando verdaderamente se desarrolla es a partir del siglo XVIII, con Alexander Pope, Jonathan Swift, el Tristram Shandy de Laurence Sterne, las comedias de John Dryden, las actuaciones de David Garrick, las citas del doctor Samuel Johnson y del clérigo Sydney Smith…
Pero también hay un conjunto de artistas gráficos de esa época que participan de ese humor, que de hecho, no se podría entender sin las caricaturas de Joshua Reynolds o John Hamilton Mortimer, los grabados satíricos de Thomas Rowlandson, James Gillray y, un pelín mas tarde, George Cruikshank… De entre todos ellos, el artista mas importante es William Hogarth.
Entre 1731 y 1736, Hogarth pintó sus dos primeras series de pinturas de «temas de la moral moderna», cuyas reproducciones en forma de grabados se vendían bajo suscripción. La primera de ellas, Harlot’s progress (La carrera de la prostituta), estableció un modelo de arte narrativo que muchos han visto como un claro antecedente del cómic. Poco después, le seguiría otra serie parecida: A Rake’s Progress (La vida de un libertino).Ambas le proporcionaron un gran éxito por toda Europa, convirtiéndose en el artista de origen británico más importante de su época.
Junto con su amigo el escritor Henry Fielding, se dedicó a realizar un tipo de obras que describían comportamientos y problemas sociales de la época. La intención era doble: burlarse o poner en ridículo una determinada costumbre o aspecto de la vida social, a la vez que se realizaba un juicio moral o una denuncia de una situación concreta. Una de ellas fue la llamada Gin Craze, un periodo de comienzos del siglo XVIII donde el consumo de ginebra creció de forma espectacular, llegando a producirse una verdadera epidemia de alcoholismo, que hacía estragos en las clases bajas.
Hoy en día puede parecer incluso sorprendente, pero el matrimonio promovido por el amor entre los pretendientes siempre ha sido cosas de pobres. Precisamente, no fue hasta la primera mitad del siglo XVIII cuando se empezó a cuestionar el matrimonio de conveniencia. Una de las series de grabados más celebradas de William Hogarth es la que versa acerca de este tema. Consta de seis escenas, cuyos modelos originales, como en las demás series, están realizados al óleo, obteniéndose a partir de ellos los grabados.
La primera pintura de la serie se denomina The Marriage Settlement (El contrato de boda):
William Hogarth, h. 1743. The National Gallery (London)
Óleo sobre lienzo
69,9 x 90,8 cm.
La segunda pintura de la serie es The Tête à Tête (Frente a frente):
William Hogarth, h. 1743. The National Gallery (London)
Óleo sobre lienzo
69,9 x 90,8 cm.
La tercera pintura, The Inspection (La revisión):
William Hogarth, h. 1743. The National Gallery (London)
Óleo sobre lienzo
69,9 x 90,8 cm.
Cuarta entrega: The Toilette (El aseo):
William Hogarth, h. 1743. The National Gallery (London)
Óleo sobre lienzo
70,5 x 90,8 cm.
Quinta parte, The Bagnio:
William Hogarth, h. 1743. The National Gallery (London)
Óleo sobre lienzo
70,5 x 90,8 cm.
La conclusión, The Lady’s Death (Muerte de la dama):
William Hogarth, h. 1743. The National Gallery (London)
Óleo sobre lienzo
69,9 x 90,8 cm.