Cronológicamente, la siguiente representación la encontramos en la predela del retablo de la Capilla de los Evangelistas, la obra culminante del autor flamenco conocido en España como Hernando de Esturnio.
Como se puede observar, la Giralda representada en las dos últimas obras es la anterior a la reforma de Hernán Ruiz, que no terminó hasta 1568.
Santa Justa y Santa Rufina llegaron a tener frescos en la parte exterior de la Giralda, en su cara norte. Eran obra de Luis de Vargas, un pintor sevillano que las realizó entre 1563 y 1568, pero no han llegado hasta nuestros días.
La única forma de hacerse una idea de como eran esos frescos es fijándose en el lienzo de Miguel de Esquivel, donde se representan en detalle en los laterales de la puerta del Perdón. Esta obra, la única que se conserva de este artista sevillano, servirá de partida para toda la iconografía posterior de Murillo y compañía. Dentro de la Catedral, este lienzo está ubicado en el altar de Santa Bárbara.