Joan Miró, 1934. Colección Abelló.
Pastel y tinta sobre papel
63 x 46’5 cm.
63 x 46’5 cm.
La colección Abelló demuestra ser una de las mejores colecciones privadas que hay en España. Ademas de tener una amplia representación de pintores de todas las épocas, cuida también el dibujo, cosa poca usual en el coleccionismo español. Esta deliciosa obra de Miró es uno de los múltiples ejemplos que contiene. La verdad, no entiendo el significado del dibujo (conociendo que Miró estaba fascinado por la pintura automática, mi pretensión incluso sea un sinsentido), pero da la sensación de intentar representar diferentes estados de la transformación de la figura superior en la inferior derecha, en una sucesión cíclica, es decir, que la última figura se transformase de nuevo en la primera.